Cómo decorar un jardín con piedras volcánicas
Las piedras volcánicas, también llamadas piedra volcánica, son rocas naturales que se forman cuando la lava de un volcán se enfría y solidifica. Son muy apreciadas en jardinería por su aspecto único, su color intenso y su textura porosa.
Estas piedras volcánicas no solo decoran, también ayudan a mantener la humedad del suelo, a evitar malas hierbas y a proteger las raíces del calor. Si estás pensando en darle un aire nuevo a tu jardín, la piedra volcánica es una opción resistente, ecológica y con mucho estilo.
La piedra volcánica tiene muchísimas ventajas. Para empezar, no se desgasta con el tiempo y es muy resistente a la intemperie. Puedes colocarla en cualquier zona del jardín sin preocuparte por el sol, la lluvia o las heladas.
Además, al ser una piedra porosa, la piedra volcánica retiene humedad, lo que beneficia a tus plantas. Y como es tan ligera, resulta muy fácil de manejar y colocar. En comparación con otras piedras decorativas, las piedras volcánicas ofrecen una durabilidad increíble y un mantenimiento casi nulo.
El uso de piedras volcánicas en jardines es también una apuesta sostenible. Este tipo de piedra es natural, no necesita tratamientos químicos y reduce la necesidad de riego. Además, es reutilizable: si algún día decides cambiar el diseño del jardín, puedes recolocar la piedra volcánica fácilmente.
Las piedras volcánicas son perfectas para cubrir zonas de paso, bordes de parterres o caminos decorativos. Su color oscuro crea contrastes muy bonitos con el verde de las plantas. Además, aportan un toque moderno y elegante, ideal para jardines minimalistas o de estilo mediterráneo.
También puedes usar piedra volcánica como fondo decorativo para jardineras o zonas de descanso. En jardines zen, queda genial combinada con arena blanca y algunos elementos naturales como madera o bambú. Y si tienes una fuente o estanque, rodearla con piedras volcánicas le dará un aire muy natural.
Una de las aplicaciones más populares de la piedra volcánica es en macetas. Colocar una capa de piedras volcánicas sobre la tierra mejora la estética, mantiene la humedad y protege del sol directo. Además, evita que salgan malas hierbas o insectos no deseados.
En terrazas y balcones, usar piedras volcánicas en jardineras es una forma muy sencilla de mejorar el diseño sin apenas esfuerzo.
La piedra volcánica se presenta en distintos tamaños y colores. Desde grava fina hasta piezas más grandes, todo depende del uso que le quieras dar. Para zonas amplias, lo más recomendable es usar piedras volcánicas de tamaño medio o grande. Para detalles o macetas, mejor optar por la versión más pequeña.
En cuanto al color, la piedra volcánica puede ser negra, rojiza o gris. La negra es la más demandada por su elegancia, pero la roja también tiene mucho encanto, sobre todo en jardines más rústicos. En Navarro Decoració puedes elegir el tipo de piedra volcánica que mejor se adapta a tu proyecto.
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Antes de colocar tus piedras volcánicas, es importante preparar bien el terreno. Limpia la zona, nivélala y coloca una malla antihierbas si no quieres que crezcan plantas no deseadas. Después, distribuye la piedra volcánica de forma uniforme para conseguir un acabado perfecto.
No necesitas obras ni herramientas complicadas. Lo bueno de las piedras volcánicas es que se adaptan fácilmente a cualquier espacio y puedes rediseñar tu jardín cuando te apetezca. Si algún día decides cambiar la disposición, simplemente las recolocas… ¡así de fácil!
Una de las grandes ventajas de la piedra volcánica es que no necesita cuidados especiales. Puedes mantener tus piedras volcánicas en perfecto estado simplemente retirando hojas o suciedad con un rastrillo de vez en cuando. Son duraderas, resistentes y siguen luciendo bien año tras año.